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El regreso de la alpargata

By 16 de octubre de 2014noviembre 8th, 2023No Comments

Las alpargatas se visten de gala. Aquel calzado ibérico tradicional de yute y lona ha dejado de ser esa niña que vestíamos en verano sin pretensiones para convertirse en el zapato de moda, gracias a su manufactura artesanal y a los nuevos materiales de piel con los que se fabrica. Teniendo en cuenta la tradición española en la fabricación del esparto, no es extraño que Nueva York, Londres, Berlín y París quieran vestir las mejores alpargatas con etiqueta Made in Spain.

Así pues, las pieles de Acabados Abellán están siendo demandadas por los diseñadores para combinarlas con la clásica suela de yute en una sorprendente variedad de colores y estilos. La alta calidad de las pieles de Acabados Abellán es conocida en el mercado internacional por el gran valor añadido que confiere a los productos a los que se incorpora, especialmente zapatos. Bien con el logo de la marca, con cortes muy bajos en el empeine, con algún guiño retro o respetando la tradición, las espardenyas combinadas con piel son la opción alpargatera más de moda.

Y es que el lujo reside en lo excelente. Las espardenyas evocan un trabajo artesanal en el que la historia del gusto, no de la moda, ha ido depositándose y concentrándose. Sin embargo, hasta hace unas décadas las espardenyas de esparto tenían un estatus de zapato de pobre, de subcalzado de campesinos, jornaleros y viñadores cuyos ingresos no alcanzaban para calzado de cierto lustre. Existen documentos del año 1.322 que hablan de ellas, pero su origen parece estar en las sandalias egipcias. Siempre ha sido, además, un calzado muy ligado a la tradición y al folckore, especialmente en la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, La Rioja, Murcia y Cataluña.

La transformación de esta cenicienta de los zapatos comenzó cuando los grandes creadores como Picasso, Dalí y Coco Chanel empezaron a usar las alpargatas de los campesinos, las espardenyas centenarias de los payeses. Después fueron los hippies y turistas nórdicos que visitaban la costa española en los años sesenta los que quedaban fascinados por este calzado cómodo y artesanal.

Pero la verdadera metamorfosis de la alpargata en un accesorio glamouroso llegó cuando el diseñador Yves Saint Laurent reclamó alpargatas españolas para accesorizar sus colecciones de verano, allá por los años setenta. Desde entonces, el humilde calzado se ha ido modernizando, ha saltado a las pasarelas internacionales y numerosas celebridades han popularizado su uso: desde Sofía Loren, que las lució con tacón alto y cintas de colores, hasta Grace Kelly, Jacqueline Kennedy o Catherine Deneuve. Más recientemente, han sumado este calzado tradicionalmente mediterráneo a sus estilismos famosas como la top model Alexandra Ambrosio -que las escoge en versión flúor-, Alexa Chung –con su sobria versión total black de encaje con tira al tobillo– pasando por actrices como Jessica Alba o Anne Hathaway.

Las planas son perfectas con jeans o pantalones capri, shorts y bermudas; si optas por las que suben unos centímetros del suelo o traen una ligera plataforma, entonces combinan con faldas, minivestidos y camiseros. También arrasan entre los hombres ya que resultan más elegantes que unas chanclas. Hasta Pierre Casiraghi las lució con un traje durante una gala benéfica…